Cuando vivir
duele más que soñar
prefiero dormir,
aunque sigo despierto.
Si hoy duele amar
mucho más que sentir
intento ocultar
que por ti ya estoy muerto.
Duele fingir,
me cansa el antifaz
con el que intento redimir
lo que por ti estoy sintiendo,
pero es duro aceptar
que tú eres cielo, yo soy mar
y no te logro alcanzar
ni en mis más hermosos sueños.
Hoy no duele llorar,
mis ojos ya murieron secos,
cansados de invocar
un futuro que es incierto,
en el que me logras calmar
como lluvia en un desierto.
Ya no voy a gritar,
sólo esperaré a la muerte
pues vivir es un puñal
que se clava al no tenerte,
al vivir un invierno mortal
en el que mi alma no se deshiele
ya no me sirve soñar,
vivo y muero por quererte.
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