viernes, 24 de abril de 2015

Diálogo.

« - ¿En serio? - Preguntó Otoño.

- Sí. - Contestó el joven. - Sí, pero reconozco que yo tampoco lo hubiera creído si alguien me lo contase. De repente me di cuenta de que ya no había marcha atrás, de que estaba atrapado y no quería que me soltasen. Nunca comprenderé cómo alguien que llegó de la nada me hizo sentirme incompleto si no estaba cerca, cómo me hizo ver que anhelaba en este mundo lo que nunca había encontrado. Nunca comprenderé por qué me hizo querer disfrutar del vino, buscar excusas para cenar bajo las estrellas, para hacer música al mirarnos, para dormir poco y despertar más alegres, para que los males desaparezcan sin necesidad de compartirlos, para que el mundo deje de girar y nos mire muerto de envidia...

- Pero... - Intervino Otoño al ver que la respiración del joven se cortaba.

- Pero en su mundo no estaba yo. - Dijo el joven agachando la cabeza. - Cuando quise darme cuenta yo solo estaba al otro lado del espejo, sin poder acceder a la realidad que se mostraba ante mis ojos. Yo sólo era la sombra, el reflejo de lo que a mí me deslumbraba. Por eso estaba incompleto, porque el vino realmente era agua, porque no quedaba cena para que yo la disfrutase, porque de vuelta solo obtuve miradas sordas, porque cada vez tuve más sueños y cada vez cumplía menos, porque tuve más necesidad de hablar y menos valor para decir las cosas, porque el mundo giraba sin mí y este frío me hacía quedarme parado.

Y así, cuando Otoño vio que Invierno vivía en el corazón del joven, soñó con que algún día este encontrase la Primavera. »

Flautista.

lunes, 6 de abril de 2015

Sin habla.

Me van a faltar las palabras
cuando nos veamos y me cortes el aliento,
cuando me hagas querer respirar de ti
y volver a perderme en tu espalda.

Me van a faltar las palabras
para decir que mi alma estalla en mil pedazos,
que aparento ser piedra y marfil, y por dentro estoy destrozado
por volver a la cama de noche y ver que de nuevo me faltas.

Me van a faltar las palabras
cuando intente acercarme a tus ojos
y no perderme en su brillo
si celoso te veo mirar a otros.

Me van a faltar las palabras
para decirte que por ti sigo vivo,
que eres música, rapsodia en mi cabeza,
el poema más bello con los versos no escritos.

Me van a faltar las palabras,
y cada vez que te pienso también falta el vino.
Sigo pensando en cómo tenerte cerca,
pues cada vez que te alejas siento que no estoy vivo.


Siempre serás un motivo para volver a quedarme sin habla.



Flautista.

Ícaro

Cuanto más cerca del Sol logro volar, mayor es el impacto de mi caída. Puede que sea mi osadía la que tenga que lamentar mientras me ha...