Hubiera ido hasta el fin del mundo contigo
y no llegamos a salir del portal.
Por mí no fue: tú me hacías sentir vivo
pero, inconscientemente, no lo supiste aceptar.
Hubiéramos bebido los vinos del tiempo,
el viento del norte nos quiso abrazar
pero acabamos viviendo a destiempo
y nuestro concierto nunca pudo comenzar.
Te hubiera compuesto cien mil sinfonías,
rapsodias, poemas, nocturnos quizás,
mas tú solo un réquiem dejaste en mi oído
y entre cadencias rotas me acostumbré a respirar.
Hubiéramos escrito mil y una historias,
romances, comedias o un drama teatral,
pero tú una elegía llevaste a mis ojos
y una tragedia maldita me hiciste aguantar.
Hubiera ido hasta el fin del mundo contigo
y ahora, sin ti, se me hace grande el portal.
Flautista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario