que por ti lato cada martes,
que se convierten en puñales
los besos que no recibí.
Tal vez comprendas que sí,
que tu felicidad ando buscando,
y eso a mí me va matando
si no la buscas en mí.
Y cuando entiendas que por ti
lloro cada mañana,
cuando entiendas que
te busco en mi salón,
cuando entiendas que mi vida
nace y muere en tu alma
yo...
Yo ya no podré latir.
Tal vez comprendas que sí,
cuando viajes a otros labios.
Los míos ya murieron cortados
y nunca estuviste allí.
Tal vez comprendas que sí,
que quise perderme en tus manos,
viajar contigo a otros planos
y, en horizontal, vivir.
Tal vez logres comprenderlo...
Y cuando entiendas que por ti
bajé cien mil estrellas
y detuve las mareas del dolor,
cuando entiendas que pinté
mi vida en acuarelas
yo...
Yo ya no podré latir...
Siempre serás un motivo para sacrificar latidos.
Flautista
Qué genial :)
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