Esta noche vino el Tiempo para decirme que mi existencia se ha desafinado, que no sirve vivir si no puedo regalarte mis latidos, si mi vida me condena a echarte de menos desde antes de que vengas, a morir en vida dentro de un mundo que jamás podrás iluminarme, a caminar bajo la oscuridad de un amor no correspondido.
Esta noche vino el Tiempo para borrarme el camino hasta tu pelo, para decirme que no habrá luces esperándome en tu portal, que no encontraré forma de abandonar esta pesadilla y despertar en ti cada mañana, pues naciste entre mis sueños, pero nunca volaste para crear una realidad conmigo.
Esta noche vino el Tiempo para cantarme un réquiem infinito, el réquiem de un corazón que muere por no perderse entre tus dedos, por no hacer música con tu cuerpo, por teñirse de gris siendo víctima del tormento, por asesinar un sentimiento antes de que haya nacido.
Esta noche vino el Tiempo para bailar por los desamparados, por los que vivimos con corazones rotos, por los que nos resignamos a una amistad que nos mantiene agonizantes, por los que preferimos ser llamados "amigo" antes de ser abandonados bajo un sentimiento que no escogimos, bajo un amor que no pedimos y que se convirtió en víctima y verdugo de las pasiones que nos mantienen vivos.
Esta noche vino el Tiempo para pedirme que me rinda, pero le dije que siempre te estaré esperando.
Siempre fuiste un motivo para desafiar al Tiempo.
Te querré hasta que se pare el mundo.
Flautista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario