Veo cómo el tiempo camina
y a mi reloj de arena roba mil granos,
cómo arranca de mis manos
flores que nunca germinan.
El pasado seca con sal mis heridas
y agarra mis pies para hundirlos en fango
mientras veo que soy un «fui», lo que seré lo estoy dudando
y el presente perdido me desgarra la vida.
Dolor y pólvora, sueños y ceniza
escondo en mi cuerpo mientras miento y sonrío,
mientras mi vida está en blanco y mi lienzo vacío
cubierto con mi falsa felicidad maldita.
Dolor y pólvora, gritos de arena
los que entre versos me ahogan si vivo disimulando.
Ya no sé quién soy, ¿soy quien vive para morir gritando?
¿O ese cuervo que escapa de la marchita hiedra?
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