miércoles, 14 de diciembre de 2016

Velas

Lo que no escribo parece que olvido,
lo que no digo finjo que no siento.
Tal vez si lo escondo no será algo vivo.
Tal vez, fingiendo ser feliz, no demuestre estar muerto.

Camino entre aguas gélidas aparentando dirigir mi rumbo,
pero no salgo a flote, no emerjo y tampoco me quiebro,
aparento navegar sin naufragar moribundo,
sin que nadie me pregunte cuándo llegaré a buen puerto.

Pero no olvido que la mar espera a los valientes,
que no ofrece caminos fáciles sino viajes de aventureros,
que volver a Ítaca es difícil, como bien me contó Homero,
y por eso sonrío a una vida que enfrento con uñas y dientes.

Aún así, como cualquier soldado,
llega un momento en el quiero abandonar batallas,
porque no puedo vivir si estoy siempre peleando,
pero no puedo morir mientras aún conserve agallas.

Y puede que por eso siga caminando perdido,
navegando sin rumbo y con velas sin viento.
Tal vez necesite parar y recuperar el aliento,
para poder enfrentarme a lo que aún no he vivido.

Siempre serás un motivo para izar las velas.

Flautista.

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