lunes, 2 de mayo de 2016

Olvidado

Hoy no quiero hablar de ti
ni quiero hablar de mí,
pero sin quererlo
de nuevo me perdí
por un bosque de teclas
pensando en un destino
que sé que nunca llega.

Hoy no quiero hablar de ti
ni quiero hablar de mí.
Por eso mantengo este silencio
ruidoso como el frío
de mi cama vacía.
Glaciares, atmósferas de hielo.
No hay manta, ni gritos, ni cuerpos.
No hay nadie.
No estás y yo estoy muerto.

Hoy no quiero hablar de ti
ni quiero hablar de mí.
Hoy el ascensor me está quedando grande
como un pantalón viejo
mientras subo al infierno
fingiendo buenos días.

Hoy no quiero hablar de ti
ni quiero hablar de mí.
Recuerdo que en un tiempo
los dos fuimos jardín
y volamos eternos
perdidos noche y día.
Helados, hoy nos movemos muertos.
No somos piedra, solo máscaras de hielo
y no hay nadie que no vea que lo lamento.

Hoy no quiero hablar de ti
ni quiero hablar de mí.
pero hace tiempo que perdí
por ti mi ultimo aliento,
por eso hoy no te escribo,
por eso aún lo siento.

Hoy no quiero hablar de ti
ni quiero hablar de mí.
Hoy ya no merezco
mi corona de espinas.
Mi cuerpo siente dentro
el dolor que ya no grita.
Olvidado, soy piedra en este cuento.
No hay nadie que escuche este tormento,
no hay nadie, y oculto lo mantengo.
No hay nadie, y muero en mi silencio.

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