martes, 5 de mayo de 2015

Sin fuerzas

No he venido a dedicarte otro poema,
de nada sirve destriparme el corazón.
Yo solo quiero vaciar la luna llena,
ahogar con luces a esta noche.
No estás en mi habitación.

Represento al invisible enamorado,
ser amigos siempre fue mi maldición.
Mandar señales siempre fue mi odisea,
más bengalas no me quedan,
ni cena o cine para dos.
Busco un deshielo sin ti
y eres el sol.

Y no te logro mostrar
que en mis manos eres perfume,
el viento donde nadie respira.
Imagina que te sueño hoy a escondidas.

Y no logras aceptar
que por ti sigo latiendo,
sonriendo cuando nadie me mira.
Imagina que te beso y no te giras,
imagíname intentando imaginar
que ya no duermo solo.

Si me dieras un minuto cada día
todo se podría cambiar,
dámelo y acaba con esta agonía.
Muero en versos, me derrito en melodías,
y es por no saber hablar
de deseos en trenes que ya no caminan...

No hay espejo para quien hoy ya no mira,
más no puedo demostrar
que camino para verte cada día.
Sin embargo, creo que nada te imaginas
aunque tú me veas volar
indestructible cuando siento que me miras.

Y nuevamente me despido de la vida,
me resigno a comprobar
que de tus pasos vuelvo a no ser el guía.
Hoy no hay vinos que me traigan alegría,
sólo me hacen recordar
que por ti dejé mi alma más vacía


y no me supiste encontrar.

No he venido a dedicarte otro poema.
Me estoy rindiendo, y sin fuerzas ya me voy...






Flautista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ícaro

Cuanto más cerca del Sol logro volar, mayor es el impacto de mi caída. Puede que sea mi osadía la que tenga que lamentar mientras me ha...