miércoles, 25 de marzo de 2015

Ignorante

No hay rincones que ocultarte,
tú me haces tocar el cielo.
Sin embargo, no me atrevo
a rozarte con los dedos.
Centímetros de hielo nos separan,
con luces en movimiento
no puedo dejar ocultos
los tesoros de tu cuerpo.

No puedes entender lo que me pasa.

No quiero, pero miento
al decir que nunca escondo
sentimientos verdaderos.
Me disfrazo de mecenas,
saco excusas de la nada
y solo quiero que veamos
el cielo desde la cama.
Sin embargo, no me atrevo
a mostrarte lo que escondo:
no quiero que escapes lejos,
sin ti siento tocar fondo.

Y tú, que nada sabes, me despejas
de un mundo contaminado
donde no quiero el vacío
de no pasar tiempo a tu lado,
de noches sin jardín y sin tormentas,
de temores contagiados.
Se agota el tiempo de estar cerca
y yo lo estoy desperdiciando,
mas no quiero relojes que te alejan
ni trenes en los que, perdido
recuerdo cuánto me atormenta
no conseguir que estés conmigo.

Y tú, que todo ignoras, no imaginas
lo más triste de este cuento:
ver que estás cerca, conmigo
y estar echándote de menos.


«Siempre serás un motivo para querer regalarte el mundo.»


Flautista.

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