No sé por qué perdimos la chispa
y de repente salimos ardiendo.
No lo entiendo.
No sé quién envasó al vacío
los buenos ratos que han muerto.
No lo entiendo,
¿por qué cuando más te necesito
es cuándo más te pierdo?
No lo entiendo.
Creí que éramos especiales
y estás destruyendo este cuento.
No lo entiendo,
pero me acabo sintiendo culpable
de delitos que no sé si cometo.
No lo entiendo.
Tú, como si nada importase
y yo aquí, echándote de menos.
Siempre serás un motivo para querer comprender mejor el mundo.
Flautista.
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