Nunca sabrás que me haces falta,
que sin ti se enfría el verano,
que se rompen mi voz y el llanto
suicidándose en mi garganta.
Nunca sabrás en qué te he convertido,
todos los esquemas que en mi mundo has roto.
No sabrás lo que pienso cuando estoy solo
ni como a mi vida cambiaste el sentido.
Nunca podrás ver qué eres en mi cabeza,
todo lo que por ti cambiaría en mi vida,
todo lo que oculto con mi mirada perdida,
lo que mis labios callan mordiéndose con impaciencia.
Sin embargo, no puedo sacarte de mi mente.
Quisiera darte el cielo aunque me tiemblen las piernas,
ser con quien cada noche compartas una cena,
y es en mi silencio donde hallo mi propia muerte.
Siempre serás importante, aunque nunca me broten palabras para decírtelo.
Flautista.
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